viernes, 25 de diciembre de 2015

El Valle de Bagaces y los Conquistadores Castellanos


Juan Vazquez de Coronado



Introducción


La conquista y la colonia son dos períodos distintos que suelen tratarse como lo mismo. Evidencia arqueológica del período de la colonia hay bastante, pero aquí trataremos sobre la etapa más interesante y antigua de la presencia europea en América: La conquista.

En Costa Rica es muy poca la evidencia de ese período histórico, lo cual resulta curioso, pues debería haber una cantidad más o menos parecida a la de Nicaragua o Panamá.

La casi totalidad de evidencia material de Costa Rica proviene de sepulturas en yacimientos de la región Oriental (Línea Vieja), y de pocos yacimientos en la región Suroccidental (Paso Real). Otros yacimientos arqueológicos eventualmente dan algún que otro objeto del periodo inicial de la confrontación con los europeos, ya sea en el Valle Central o en el Pacífico Central, pero como está antes dicho, es muy poco y raro.

De la zona de Nicoya, en la región Occidental, ocasionalmente se ha reportado algún objeto de hierro o alguna moneda de plata u oro, pero se estima que pertenecen a una etapa muy tardía del momento que interesa en este escrito.

La zona de Bagaces (región Occidental) que se supone habitada para el tiempo de la llegada de los europeos es un misterio. No hay evidencia de algún rastro tardío de ocupación indígena, pero hay crónicas en que se menciona a un cacique y su pueblo: Bagatzí, de lengua náhuatl (mesoamericana). Esto supone hallar restos materiales típicos en diseño y forma que correspondan a cualquier pueblo mesoamericano, pero no se ha hallado absolutamente nada.

Sin embargo, si se han encontrado restos materiales de objetos europeos en el área de Bagaces, pero, así como aparecen, desaparecen. Está claro que, al ser partes metálicas y cerámicas sin ningún atractivo, una vez vistos han sido abandonados o tirados, de modo que prácticamente lo único que queda es el saber que algo se encontró alguna vez.

En este escrito veremos unos pocos materiales encontrados en una localidad próxima a Bagaces, con la suerte de haber entre ellos objetos fechables que indican la época aproximada en que Juan Vásquez de Coronado estuvo en la zona.

Ilustración 1: Regiones arqueológicas según se puntos cardinales. El triángulo amarillo marca la zona de Bagaces, y el celeste la de Nicoya.


viernes, 4 de diciembre de 2015

TORTUGAS, MAMÍFEROS MARINOS, PECES Y CRUSTÁCEOS EN LA ANTIGÜEDAD COSTARRICENSE







Introducción


Uno de los temas en arqueología más espinosos es el de la identificación y singularización de figuras y emblemas, pues no siempre, por desgracia, son tan claras como nos gustaría. Esto se debe, entre otras cosas, a que generalmente la figura natural carecía de valor como tal, pues lo que importaba de la misma era el modelo que tenía su explicación dentro del sistema de creencias simbólicas, a nivel de la sociedad que empleó esas figuras. 

En esta nota se verán algunos ejemplos –los más representativos- de peces, ballenas, tortugas y crustáceos. En muchos casos se pudo saber la especie que se tomó de modelo, pero en otros con identificar de qué animal se trata es un logro, lo cual no evita realizar observaciones sobre alguna o algunas especies potencialmente viables de ser el modelo de tales figuras o emblemas.

Siempre en este tipo de identificación se encuentra una cantidad de modelos mixtos, o sea, elaborados con partes de distintas especies que tuvieron relevancia ideológica, lo cual se resuelve no solo indicando la o las partes mezcladas, sino identificando cual animal es el principal.


Los animales acuáticos como símbolo


El agua, sea dulce o salada, siempre ha tenido un aura de misterio, que en determinada circunstancia puede ser tanto de temor como de alivio y regocijo. Dentro del chamanismo el uso del agua en los distintos rituales fue elemental, ya que se interpretaba que mediante este elemento el cuerpo y las cosas podían ser limpiadas (en sentido espiritual) ya que, simbólicamente al aplicar agua, se traspasa un límite mágico. En este aspecto aun hoy no estamos muy lejos de ese sentir espiritual en los ritos de iniciación a la religión católica e hindú, entre otras. 
Las criaturas que viven en el agua, y las que lo hacen tanto fuera como dentro de este elemento (anfibios) fueron considerados potencialmente como “otros” susceptibles, al menos algunos de ellos, de ser tomados como símbolos de esa otra realidad cosmogónica. De este modo dependiendo de la intensidad de contacto con los cuerpos de agua mayores (grandes ríos, lagunas, estuarios y océanos) se escogieron diversas especies como íconos y símbolos.

En Costa Rica, el símbolo anfibio más común es el cocodrilo y el caimán (que no se incluyen en este trabajo). Dependiendo de cómo se mire la relación de las diversas especies de ranas y sapos, también podrían considerarse como símbolos principales ligados a lagunas o ríos, aunque es un aspecto que debe estudiarse.

Los “animales del agua” o, mejor dicho, los símbolos animales asociados al agua más notorios y que son los que trataremos aquí, son las ballenas y delfines (mamíferos), tiburones (pez), cangrejos (crustáceos), tortugas (reptiles) y, peces diversos.


En Costa Rica, no existe ninguna crónica o relato de la época de la invasión europea que mencione alguna creencia o aspecto religioso relacionado con los símbolos y emblemas que se encuentran en los objetos arqueológicos, por lo que intentar un acercamiento explicativo a estas representaciones es problemático, por decir lo menos. Lo mejor es limitarse a identificar lo mejor posible los casos más comunes.


Ilustración 1: Regiones arqueológicas según los puntos cardinales.

martes, 6 de octubre de 2015

LAS HUACAS DEL JADE EN BAGACES, GUANACASTE, p.III - IV




PARTE III Y IV

(inicio en parte I-II)


La Huaca Isabela





Introducción


Con la finalidad de mostrar las variaciones entre los dos tipos de montículos (norte y sur), en esta parte se verá el material de la huaca Isabela y su correspondiente cementerio de rodelas.

La huaca Isabela no perteneció al grupo de montículos famosos por su contenido o calidad de jade, en cambio algunos objetos de oro y guanín (aleación de cobre y oro) incidieron en su saqueo masivo.

El montículo Isabela es del tipo sur, carece de pilares y prácticamente de mojones, de los que se observan muy pocos. Tuvo esculturas al igual que los montículos del tipo norte.

Como la mayoría de montículos del grupo sur, la huaca Isabela es más alta y compacta que la Siete Cueros, pudiendo alcanzar entre tres y cuatro metros de altura al medio, por solo cuarenta metros de largo.

Al igual que todas las estructuras de montículo en la zona Bagaces, la huaca Isabela se halla sobre una loma cercana al río, mientras que el cementerio de rodelas El Pedregal se ubica en un área baja a las orillas mismas del río (fig. 1).

Figura 1:  Ubicación de la Huaca Isabela con respecto al río Paso Ancho (110 ms) y del yacimiento El Pedregal (262 ms). Símbolos amarillos ubicación de petroglifos. Tomado de Google Earth.

jueves, 27 de agosto de 2015

LAS HUACAS DEL JADE EN BAGACES, GUANACASTE, p. I-II


Introducción






La zona de Bagaces contiene una serie de yacimientos arqueológicos muy interesantes y por desgracia, poco o nada estudiados. Los esfuerzos que se han realizado por parte de arqueólogos han dado un resultado tan pobre, que bien podemos decir que esta zona carece de estudios contextuales y estructurales de importancia.

Se sabe que fue una zona muy poblada entre los años 300-800 d.C., pero también sabemos que luego del año 800 la gran mayoría de este territorio no tuvo poblaciones permanentes, constituyendo uno de los misterios históricos más interesantes de Costa Rica.

A pesar de llevar el nombre de un cacique de lengua náhuatl, en la zona no existen yacimientos de esa etnia, y los más próximos al momento en que llegaron los europeos son de filiación chibcha (corobici) . Tampoco en el área indicada por los historiadores existe registro de ningún yacimiento posterior al año 800 d. C. El pueblo náhuatl que refiere J. Vásquez de Coronado posiblemente era originario de la banda sur del lago de Nicaragua, o de alguna isla de dicho lago. Qué estuvieran Bagatzi y su pueblo en la zona del actual Bagaces, pudo deberse a cientos de causas promovidas por la ocupación europea de Nicaragua.

Este escrito trata sobre las estructuras funerarias y habitacionales de un pueblo que emigró y abandonó una zona inmensa, luego de haberla ocupado masivamente. Se verá el material residual y se discutirá sobre las distintas relaciones estilísticas del mismo, con el afán de aportar un grano de arena al conocimiento histórico de la zona.



Ilustración 1: Ubicación de la zona arqueològica de Bagaces.

martes, 21 de julio de 2015

POSIBLE USO DE LAS ESFERAS DE PIEDRA DEL SUROCCIDENTE DE COSTA RICA



Introducción

Mucho se ha especulado sobre las esferas, y la verdad es que nada se sabe sobre su significado. Las investigaciones que se han hecho y se hacen sobre su simbolismo suelen caer en especulaciones que nunca pasan la prueba del proceso científico. No existen relaciones escritas que mencionen estos artefactos, tampoco queda nada en la memoria popular en forma de tradiciones o leyendas. Por tanto, salvo que se encuentre algún enigmático escrito o, una escalada de artefactos en contexto que sugieran una conexión directa con las esferas, lo mejor es olvidar el significado ideológico dado a estos artefactos por el pueblo que las hizo.

Pero hay otras líneas de investigación que pueden dar excelentes resultados y, acercarnos a aspectos fundamentales que luego puedan convertirse en hipótesis y teorías. Lo peor que puede suceder es no plantear nuevas ideas sobre los múltiples aspectos contextuales y funcionales de las bolas o esferas de piedra. Luego esas ideas pueden ser descartadas o ignoradas, pero no dejan de hacer un aporte global al proceso de investigación histórica. Este pretende ser uno de esos aportes.

Ilustración 1: Ubicación del Valle del Diquís en la Región suroccidental.

Aspectos generales sobre las esferas de piedra.

1-¿De dónde surge la forma esférica inicial?

Hoy se ha sobredimensionado este punto, cuando en realidad la esfera es una forma natural no solo como tal, sino que es también natural que los humanos hagamos muchas cosas en forma de esferas casi sin darnos cuenta. La esfera por tanto es una forma universal, está en todos los continentes y, toda civilización del pasado empleó la esfera de diversos modos. 

La particularidad de la esfera del Diquís es que se empleó esa forma para una función determinada socialmente, inmersa en una ideología particular. Esta condición no se dio en otros lugares, al menos no en la intensidad que vemos en el caso de Costa Rica.

jueves, 9 de julio de 2015

LOS INSTRUMENTOS MUSICALES Y SU USO SOCIAL EN LA ANTIGÜEDAD COSTARRICENSE.







Introducción

A pesar de las pocas fuentes históricas y etnohistóricas con que contamos sobre este tema es posible dar un breve vistazo a los diversos instrumentos musicales autóctonos y su modo de empleo social. 

Los datos con que se cuenta para este tema son confusos y escasos, pocos son lo suficientemente claros como para estar no estar “incómodos” al momento de escribir sobre este tema. Sin embargo existen fuentes cruzadas que, apoyadas en la evidencia material y etnohistórica, permiten cierto margen de certeza sobre el uso social de los instrumentos musicales arqueológicos. 

Muchos instrumentos realizados en materiales orgánicos desaparecieron para siempre y solo sabemos de su existencia por representaciones hechas en cerámica, metal y piedra. Unos pocos instrumentos de hueso y madera sobrevivieron al tiempo y son hoy tesoros invaluables que nos dan una clara dirección del uso que tuvieron más allá de su simple función material. 

El uso social de instrumentos musicales en la antigüedad

Tenemos que empezar forzosamente por separar de la discusión el instrumento musical más antiguo y universal que existe, la voz humana, de los instrumentos propiamente dichos que son aquellos hechos a medida de las posibilidades y necesidades culturales.

En Costa Rica, al igual que en el resto del continente americano, los instrumentos musicales fueron muy variados, hechos de madera, frutos de cascara dura, semillas, arcilla, hueso, caña, metal, caracoles y partes rígidas de ciertos animales, como el armadillo y las tortugas. El uso de cuerdas fue totalmente desconocido hasta la llegada de los europeos, lo mismo que el quijongo y la marimba, que fueron introducidos al continente por los esclavos negros.

Las crónicas y reportes españolas para Costa Rica indican claramente que los instrumentos musicales en general se usaron en ritos específicos, ceremonias comunales y en la guerra. No existe registro del periodo de conquista sobre del uso de estos objetos en actividades comunes, pero hay algunos sobre la guerra y ritos religiosos, tales como festividades a dioses o espíritus de las cosechas o actividades religiosas particulares, como sería el caso de los oficios de enterramiento o curación ejecutados por los sacerdotes y, las reuniones asociadas a este tipo de suceso.

Oviedo fue testigo durante su estadía en el pueblo de Nicoya de varias festividades. En la descripción que de ellas hace menciona el uso del atabal, o tambor pequeño, el cual era tocado con las manos por los principales y sus allegados (Fernández, 1975, pág. 39). 


Figura 1: atabales o tambores de parche. Región Occidental.


Lo mencionado por Oviedo es muy importante ya que aclara el uso social de esta clase de tambor, en el sentido de que no era de uso exclusivo por parte de los chamanes como es normal escuchar, sino más bien era un instrumento usado por los caciques y sus principales durante festividades comunales, mismas que eran en sentido estricto religiosas, pero la fiesta en general era dirigida por el cacique y sus principales, lo cual no quiere decir que los chamanes no los usaran, solo que este aspecto no fue reportado por el cronista. 

Todas las festividades comunales reportadas por Oviedo son de carácter devoto, se realizaban en determinadas fechas según fuera el calendario religioso: “Tienen diversos dioses, é así en el tiempo de su cosecha del maíz, ó del cacao ó del algodón ó fesoles, con día señalado y en diferentes días, les hacen señaladas é particulares é diferentes fiestas é sus areitos é cantares al propósito de aquel ídolo é recogimiento del pan ó fruto que han alcanzado” (Fernández, 1975, pág. 41), pero tienen que haber existido festejos de índole mundana de los cuales no quedó ningún registro. En este sentido, tenemos un problema de evidencia material: ¿fueron todos los atabales hechos de un material para una funcion determinada? Es muy posible que no, y que existieran otros atabales hechos en madera que pudieran ser los usados en ciertas ceremonias como las mencionadas por Oviedo, mientras que los realizados en arcilla eran de uso exclusivo de los chamanes.

martes, 2 de junio de 2015

LA REPRESENTACION HUMANA EN LAS SOCIEDADES ANTIGUAS COSTARRICENSES.








Introducción

Todo pueblo en la historia de la humanidad ha elaborado distintas representaciones de sí mismos, según fuera lo que querían expresar: fertilidad, nacimiento, vida y muerte, son temas recurrentes desde la era paleolítica hasta la fecha de hoy. Los magos, jefes y, ciertas personalidades con cualidades especiales aparecen en Europa y África pintadas en paredes de abrigos rocosos y cavernas desde hace cuarenta y cinco mil años, según fuera la visión que de ellos tenían, lo cual ha permitido no solo estudiar aspectos psicológicos de aquellas lejanas personas sino que nos permiten “verlos” en acción. Y desde aquella lejana etapa del desarrollo humano no se ha cesado en ningún lugar ni en ningún tiempo, de crear representaciones “espejo” de personajes y situaciones culturalmente importantes.

Las distintas sociedades que poblaron el hoy territorio de Costa Rica incorporaron la representación humana de sí mismos y de los otros, a su arte funcional figurado. No hay manera de saber qué se quería demostrar con tales imágenes que de seguro tuvieron un significado especial, pero podemos aun ver a esos pueblos retratados por ellos mismos a través de las formas particulares, ya fuesen de índole naturalista, tipo retrato o estilizadas.


Forma y estética


¿Qué manera de representar al ser humano encontramos en el arte antiguo de Costa Rica? La representación humana por lo general bastaba con una figura sencilla, sin mucho detalle en los elementos singulares, ya que en la antigüedad lo que se buscaba era determinar particularidades mediante signos que delataran quién era la persona representada. O sea, la mayor parte de las figuras humanas no se puntualizan en sus facciones, sino en los emblemas que se le incorporan o en la postura. Así encontramos figuras que abarcan casi todas las actividades normales de la vida, desde el acto sexual hasta la muerte.
Para nuestro beneficio, muchas figuras tienen toques de naturalismo en detalles que nos dicen cómo se veían. Atuendos varios, peinados y formas de vestir son comunes. También encontramos insignias de poder religioso, militar y civil, poses que reflejan fuerza y orgullo, así como la de individuos comunes en actividades cotidianas.

Poco encontramos de los rasgos naturales y únicos de un individuo particular, como en el caso de las representaciones humanas de la cultura mochica en Perú. La estética en la antigüedad costarricense se enfocaba más en la armonía general, con los signos particulares en poses recurrentes para retratar personas, pero también hay algunos retratos muy exclusivos, realistas, con los cuales podemos ver los rasgos físicos y la expresión única de una persona.

Conjugando la representación naturalista simple y la figura tipo retrato, tenemos un vasto panorama que nos muestra al hombre como era en la vida diaria y en los momentos solemnes, acorde con su rango social.

Existe una estética particular que trata de la muerte o, de los muertos. Figuras de sacrificados, cabezas cortadas y rostros cadavéricos.  Curiosamente en este grupo es donde encontramos los mejores ejemplos de retratos, y veremos porqué en su momento.
El caso de ciertas patologías también están presentes, individuos deformes o enfermos fueron representados, pero de forma naturalista, donde al igual que en la mayoría de las presentaciones humanas, el sujeto se identificaba por signos o emblemas, y no por sus rasgos particulares.



Ilustración 1: Regiones arqueológicas y culturales de Costa Rica, cómo se emplean en este artículo


martes, 28 de abril de 2015

ICONOGRAFÍA PREHISPÁNICA MÁS RELEVANTE EN LOS OBJETOS ARQUEOLÓGICOS DE COSTA RICA: EL JAGUAR.

Introducción  


Antes que se inventara la escritura, las diversas sociedades del mundo idearon maneras de comunicarse entre sí mismas y, si era posible, con otros pueblos de
una forma que no fuera la palabra a viva voz.

Era necesario que mediante solo la vista los demás recibieran un mensaje de manera clara y que no dejase lugar a dudas. Lo primero que se usó fueron elementos agregados al cuerpo, digamos que a modo de “uniforme” para aquellos individuos especiales que podían ser los encargados de los aspectos religiosos o bien, los jerarcas administrativos del grupo social. Estos elementos podían ser collares, tatuajes, bastones, plumas, pieles, y cosas por el estilo, que hacían inconfundible ya fuera al chamán, al jefe o, al mejor cazador.

Con el pasar del tiempo surgieron formas de comunicación visual cada vez de mayor complejidad, haciendo de una forma un equivalente con significado especial, o sea, un símbolo. Este símbolo  podía ser pintado, grabado, tallado, sobre un objeto. Tenía la ventaja de ser comprendida por los demás aunque no hubiera nadie presente que lo ratificara: la forma del símbolo “hablaba”, tenía un mensaje comprensible y descifrable por todas aquellas comunidades que mantuvieran contacto entre sí.

Hoy día esta manera de comunicar algo está muy presente entre nosotros, basta mirar los íconos religiosos, o los de una computadora u ordenador, señales de tránsito y demás. Pero para comprender un ícono, dibujo, figura, estatua, y demás formas, debemos pertenecer a la cultura que los crea y usa. Cuando un símbolo es natural, o naturalista en su expresión visual, muchos pueden identificarlo, por ejemplo una señal de transito con un elefante dentro de un círculo, nos sugiere a quienes por vez primera pasamos por ahí, que deben pasar esos animales por la vía. Pero cuando el símbolo se hace abstracto o se estiliza, la comprensión empieza a dificultarse para los extranjeros.



Figura 1: Proceso de estilización del símbolo de “perro bravo”; a, naturalista; b-c, estilizado; d-e, abstracto.


jueves, 16 de abril de 2015

YACIMIENTO ARQUEOLOGICO LOS CANALES, BAHIA EL COCO, GUANACASTE, COSTA RICA.

Introducción


Los Canales es un yacimiento grande, con múltiples depósitos asociados de índole habitacional, demostrando que a lo largo del tiempo este fue un sitio habitado.

El material arqueológico fue expuesto por maquinaria al hacer una calle de acceso a una finca. La muestra se entregó a Carlos Aguilar Piedra en la Universidad de Costa Rica, misma que consistía en huesos, conchas y caracoles, lítica y cerámica. Posteriormente al empezar a construirse habitaciones sobre el yacimiento, se recolectó una pequeña muestra y se observó que en ella estaban casi todos los periodos históricos representados, a excepción de tres, el Paleo-indio, el arcaico y el colonial.

Hoy día el yacimiento está destruido, urbanizado. Esta situación es un simple reflejo de lo que pasa en todas las bahías costeras de Guanacaste, donde la naturaleza y la historia antigua han sido arrasadas por esa epidemia urbanística descontrolada.

Con el fin de recuperar lo máximo posible de la muestra arqueológica conservada es que se escribe este artículo, procurando incluir la mayor cantidad de datos, tanto ecológicos como históricos, de modo que no se pierda “absolutamente todo”, como ha sucedido en tantos otros lugares.


1. Aspectos generales del paisaje natural de Bahía del Coco

Clima

La zona climática en que se localiza la bahía del Coco, pertenece al trópico seco. Se definen dos estaciones muy marcadas, la seca y la lluviosa. Köppen y Geiger definen el clima de esta zona como Aw, con temperatura media de 26 grados ºC y una precipitación anual promedio de 1500 mm.

La estación lluviosa va de mayo a principios de diciembre, distinguiéndose los meses de septiembre y octubre como los más lluviosos. La diferencia en la precipitación entre el mes más seco y el mes más lluvioso es de 320 mm. Las temperaturas medias varían durante el año en 2.6 °C.


Suelo

Los suelos de la región en general, y de la bahía del Coco en particular, son clasificados de tipo Regosol. Este es un suelo no apto para la agricultura, de índole inestable y de base rocosa, como fácilmente se aprecia en los cerros costeros al oeste del yacimiento. Por su condición natural, los suelos tipo Regosol se escurren fácilmente con las lluvias, o tienden a la compactación, todo esto una vez que fueron deforestados. 

Los Regosoles son suelos minerales poco desarrollados en materiales no consolidados que tienen solo un horizonte superficial ócrico (pobre en materia orgánica) y que no son muy someros (como Leptosoles), arenosos (como Arenosoles) o con propiedades flúvicas (Fluvisoles) (IUSS Grupo de Trabajo WRB. 2007. Base Referencial Mundial del Recurso Suelo. Primera actualización 2007. Informes sobre Recursos Mundiales de Suelos No. 103. FAO, Roma.).

La agricultura de semillas, como frijol y maíz, no es sustentable en estos suelos. Para que puedan ser explotados de manera apropiada, se debe invertir en sistemas de riego controlado, cosa que en la época antigua de esta región no era posible. Los cultivos de raíces, como la yuca (mandioca), camote, y demás, padecen de los mismos problemas que los de semillas. Sin embargo, los frutales, nueces, palmas y plantas por el estilo producen bien en este tipo de suelo.

Geomorfología

La zona en que se encuentra la bahía del Coco se determina por ser sumamente quebrada, con cerros de baja altitud (no mayores a 800 metros de altura).

Presenta valles en forma de terraza y glacis de piedemonte, o sea, superficies inclinadas en la base de los cerros, que se forman por la erosión del sistema montañoso (fig. 3).

Los relieves de los cerros presentan una fuerte laterización (alteraciones físico químicas y oxidaciones de la composición mineral de las rocas), proceso este también presente en la caída de las terrazas pre-costeras.

La línea de costa es, por tanto muy irregular, caracterizada por áreas de erosión activa y acantilados en retroceso. La bahía del Coco, típica de este tipo de formación geológica se identifica por mantener una playa arenosa protegida en sus extremos por acantilados rocosos y arrecifes producto de los acantilados en retirada (fig. 1)

Figura 1: Línea de costa y sistema montañoso. La cruz señala la posición del yacimiento Los Canales en la bahía del Coco. Toma Google Earth.





LOS CONCHEROS DE LA PENINSULA DE NICOYA, COSTA RICA

GENERALIDADES

A lo largo de la costa marina y de la desembocadura de los ríos de la península de Nicoya se encuentran, en casi todas las bahías y estuarios, unas acumulaciones de conchas revueltas con tiestos o fragmentos de cerámica y partes de objetos de piedras, restos líticos, que a veces llegan a formar montículos.


Los concheros, ya sea en forma de montículo o no, se ubican en posiciones estratégicas con respecto a las diversas actividades económicas del grupo social que los formó, constituyendo un magnifico registro de la vida cotidiana de estos pueblos. Por ejemplo hay concheros más relacionados a una economía de pesca y recolección de estuario que de costa marina. Otros pueden tener ambos tipos de pesca y recolección, más un contenido agrícola. Por demás está mencionar la caza general, fuente no solo de carne, sino de sub-productos indispensables para la vida cotidiana. La caza no solo proveía carne, sino muchos productos necesarios para elaborar con ellos artículos de primera necesidad, tal el caso de cueros, huesos y tendones, además de materia prima para la confección de artesanías comunes y rituales, por ejemplo plumas, colmillos, pieles, etc.

Los valores estratégicos en la ubicación de algunos de estos concheros fueron tan importantes, que se tiene evidencia de ocupación doméstica (continua o discontinua) desde al menos 500 a.C., hasta años cercanos a la llegada de los europeos a eso de 1563 d.C. Lógicamente los años de mayor evidencia socio-económica siempre estarán entre los años 700 a 1500 d.C., con un auge definitivo alrededor de los años 850 a 1350 d.C. Esta clase de conchero lo denomino de clase A, o sea, ocupación secuencial completa (tomando de base la cerámica). Otros concheros serán uni o multi-componentes (Clase C y B), de acuerdo a la cantidad de fases cerámicas en ellos contenidos.