La zona de Bagaces contiene una serie de yacimientos
arqueológicos muy interesantes y por desgracia, poco o nada estudiados. Los
esfuerzos que se han realizado por parte de arqueólogos han dado un resultado
tan pobre, que bien podemos decir que esta zona carece de estudios contextuales
y estructurales de importancia.
Se sabe que fue una zona muy poblada entre los años 300-800
d.C., pero también sabemos que luego del año 800 la gran mayoría de este
territorio no tuvo poblaciones permanentes, constituyendo uno de los misterios
históricos más interesantes de Costa Rica.
A pesar de llevar el nombre de un cacique de lengua náhuatl,
en la zona no existen yacimientos de esa etnia, y los más próximos al momento
en que llegaron los europeos son de filiación chibcha (corobici) . Tampoco en el área indicada por los
historiadores existe registro de ningún yacimiento posterior al año 800 d. C.
El pueblo náhuatl que refiere J. Vásquez de Coronado posiblemente era
originario de la banda sur del lago de Nicaragua, o de alguna isla de dicho
lago. Qué estuvieran Bagatzi y su pueblo en la zona del actual Bagaces, pudo
deberse a cientos de causas promovidas por la ocupación europea de Nicaragua.
Este escrito trata sobre las estructuras funerarias y
habitacionales de un pueblo que emigró y abandonó una zona inmensa, luego de
haberla ocupado masivamente. Se verá el material residual y se discutirá sobre
las distintas relaciones estilísticas del mismo, con el afán de aportar un
grano de arena al conocimiento histórico de la zona.
Ilustración 1: Ubicación de la zona arqueològica de Bagaces.
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