martes, 21 de julio de 2015

POSIBLE USO DE LAS ESFERAS DE PIEDRA DEL SUROCCIDENTE DE COSTA RICA



Introducción

Mucho se ha especulado sobre las esferas, y la verdad es que nada se sabe sobre su significado. Las investigaciones que se han hecho y se hacen sobre su simbolismo suelen caer en especulaciones que nunca pasan la prueba del proceso científico. No existen relaciones escritas que mencionen estos artefactos, tampoco queda nada en la memoria popular en forma de tradiciones o leyendas. Por tanto, salvo que se encuentre algún enigmático escrito o, una escalada de artefactos en contexto que sugieran una conexión directa con las esferas, lo mejor es olvidar el significado ideológico dado a estos artefactos por el pueblo que las hizo.

Pero hay otras líneas de investigación que pueden dar excelentes resultados y, acercarnos a aspectos fundamentales que luego puedan convertirse en hipótesis y teorías. Lo peor que puede suceder es no plantear nuevas ideas sobre los múltiples aspectos contextuales y funcionales de las bolas o esferas de piedra. Luego esas ideas pueden ser descartadas o ignoradas, pero no dejan de hacer un aporte global al proceso de investigación histórica. Este pretende ser uno de esos aportes.

Ilustración 1: Ubicación del Valle del Diquís en la Región suroccidental.

Aspectos generales sobre las esferas de piedra.

1-¿De dónde surge la forma esférica inicial?

Hoy se ha sobredimensionado este punto, cuando en realidad la esfera es una forma natural no solo como tal, sino que es también natural que los humanos hagamos muchas cosas en forma de esferas casi sin darnos cuenta. La esfera por tanto es una forma universal, está en todos los continentes y, toda civilización del pasado empleó la esfera de diversos modos. 

La particularidad de la esfera del Diquís es que se empleó esa forma para una función determinada socialmente, inmersa en una ideología particular. Esta condición no se dio en otros lugares, al menos no en la intensidad que vemos en el caso de Costa Rica.



Las esferas o bolas de piedra; ¿Cuál fue su utilidad? 

2-La esfera como monumento público

La primera función de las esferas o bolas de piedra es la de esculturas o monumentos públicos, y se usaron de igual manera que hoy día cuando se coloca una estatua o figura abstracta de determinado tamaño en un parque o zona pública, o en una zona privada pero para ser apreciada por cualquiera que transite por las cercanías. 

Cuando menciono a la escultura o monumento público me refiero a aquellos objetos de gran tamaño, para ser vistos por todos y en todo momento, por ende ubicadas en sitios estratégicos tales como patios externos de residencias de altos funcionarios políticos o religiosos, plazas, cementerios, arriba de montículos, entradas a poblados importantes y sitios por el estilo. Una característica típica de toda escultura o monumento público, es que una vez colocado en su lugar no se pensaba en moverlo luego a otro, o sea, tenía que tratarse de ubicaciones muy especiales.

En Costa Rica las esculturas públicas antiguas son una rareza, lo cual tiene su causa principal en la organización política y económica de las sociedades extintas que una vez poblaron estos territorios. 

La falta de esculturas públicas se debe a razones prácticas acordes con el tipo de economía política: poblaciones con una gran movilidad de asentamientos por factores agrícolas y, una población bastante dispersa con muy pocos yacimientos estables y concentrados. 

El valle del Diquís, de acuerdo con las diversas investigaciones realizadas desde la década de 1940 hasta la fecha, muestra una serie de poblados o residuos de poblados bastante compactos, al menos para la época. Centros “mayores” alternan con lo que parecen “centros secundarios” o menores, de los cuales pareciera irradiar una serie de mini-poblados. Esto fue posible por el “efecto Nilo”, o sea, una gran planicie rodeada de cerros no muy altos al norte y oeste, y estuarios y lagunas al este y al sur, atravesada por un gran río que solía desbordarse anualmente, llevando ricos sedimentos que fertilizaban los campos, con lo cual la población no tenía que dispersarse constantemente para acceder a tierras agrícolas (fig. 1).

Figura 1: Vista área del Valle del Diquís, sección norte. Toma Google Earth.


El fabricar grandes monumentos conlleva un trabajo comunal organizado. Lo primero era tener el bloque, de varias toneladas, luego devastarlo y lograr la forma primaria, y así consecutivamente hasta el momento del traslado desde la cantera hasta el punto en que se colocaba la escultura totalmente concluida. Según Lothrop, para las bolas de piedra de 2.5 metros de diámetro se necesita un bloque inicial de aproximadamente 24 toneladas (Lothrop, 1963, pág. 22), y se movían de canteras en las montañas a decenas de millas hasta su lugar de destino. Ya con solo estos pocos elementos, vemos la importancia social de estas esculturas.

Otro tipo de escultura pública también tuvo importancia conjuntamente con las bolas. Se trata de unas estatuas muy altas, planas y de impresión rígida (fig. 2). Se ha postulado que estas esculturas estuvieron colocadas de modo asociado a las esferas, pero su material es de calidad inferior (caliza) y ya estaban en su mayoría quebradas cuando se tiró abajo la selva y luego se quemó, para hacer plantaciones. La esfera por su solidez formal y su materia prima (granito) tuvo mejor suerte, y muchas sobrevivieron al tiempo, al saqueo y a la maquinaria.

Figura 2: Esculturas de base de espiga, típicas del valle del Diquís, región suroccidental.


La escultura pública surge en sociedades que por lo general dominan o influencian un amplio territorio, con centros de población estables a los cuales se dirige la población periférica para efectos comerciales y religiosos. 

En el caso del Diquís la plataforma económica central no estuvo limitada a una ciudadela, sino a varias en un área relativamente pequeña. Por desgracia los yacimientos han sido muy saqueados y se encontraban sobre fértiles tierras agrícolas, lo que ha producido una voraz destrucción de las estructuras, a  lo cual hay que sumar que muchos rasgos arquitectónicos se hallan sepultados por los sedimentos de siglos de inundaciones periódicas. Pero ha quedado lo suficiente para poder señalar, al menos, los puntos en que tales centros se hallaban, y es en estos centros que encontramos las bolas y las  estatuas en su modalidad de escultura pública. Cierto que también se encuentran esferas dispersas, pero es ya imposible saber qué importancia tenía ese lugar (que sin duda la tuvo) en particular. En este sentido, la escultura pública del Diquís se aprecia muy ligada a aspectos del poder de un grupo sobre otro u otros, pero su uso o finalidad tiene que ver más con aspectos prácticos que simbólicos.

3-Tamaños, materiales y acabados de las bolas de piedra

Tanto en el Valle del Diquís como en sus alrededores se hallan esferas de piedra hechas de muchos tamaños, desde unos pocos centímetros hasta tres metros de diámetro. No sería extraño que hubieran existido algunas pocas de mayor tamaño, pero habrían sido destruidas en los tiempos de su descubrimiento pues se creía que contenían oro en su interior.

La gran mayoría de las esferas se hicieron en piedras duras, granodiorita y gabros, (granitos), pero también las hay de piedra caliza y arenisca. El acabado en general es pulido, pero la materia prima incide en la perfección del mismo, como en el caso de las bolas de arenisca.

Un porcentaje indeterminado de esferas tuvieron diversos patrones cincelados sobre ellas, lo que sin duda constituye un tema de estudio muy interesante que algún día, quizá, se hará.

4-La esfera de piedra y su posible uso práctico inicial

Ya se expuso el uso de las bolas como escultura pública, y cuál fue el proceso social que permitió que tal fenómeno fuera posible. Pero la bola guarda aparentemente secretos en su forma, o sea, ¿Por qué una esfera? Algo tiene que tener la forma que la convirtiera en un símbolo etnocéntrico (ideológico). Por lo general la escultura antigua (de uso público y reservado) hace referencia a hechos notables, ya sean religiosos, míticos o históricos. Pero una esfera no narra nada por sí sola, no indica a un prócer o un dios. 

Definitivamente la forma de esfera tiene que haber tenido un uso práctico (en sentido funcional) en sus inicios. Muchas cosas en su forma original sufren un proceso de transformación en su significado al pasar el tiempo, y máximo si él o los nuevos significados tienen relación con el uso original, ya que siguen estando inmersas en la misma cultura que las hizo para una determinada función (un buen ejemplo de esto es la cruz cristiana).

Sobre ese posible uso inicial es que trata el presente artículo.

Propuesta sobre el uso inicial de las esferas de piedra del suroccidente de Costa Rica

Quién observe una esfera expuesta a la luz solar, se dará cuenta rápidamente que la luz solar y la sombra que la esfera produce marca las horas del día. En la antigüedad americana el tiempo no se medía según horas, sino por etapas definidas culturalmente, por lo que el hecho de que la esfera marque las horas carecía de importancia. Pero la esfera con relación al sol si marca algo muy importante para toda sociedad agrícola: los equinoccios y solsticios de verano y de invierno.

Figura 3: Recorrido del sol por Costa Rica. En los dos equinoccios, el Sol sale por el Este y se pone por el Oeste de manera exacta. En el solsticio de diciembre, el Sol sale unos 23,5° hacia el Sur del Este, haciendo que la sombra se proyecte hacia el norte, mientras que en el solsticio de junio, el Sol sale como unos 23,5° hacia el Norte del Este, proyectando la sombra en la esfera hacia el sur. Fuente Fundación CIENTEC. (Proyección de sombra de solsticios es solo ilustrativa)


Junto con los equinoccios, la esfera también marca los solsticios de invierno y verano. De este modo tenemos que las esferas pudieron haber servido para elaborar un calendario con el cual pudo la comunidad organizarse en actividades anuales, controlando las épocas de siembra y recolección con gran eficacia. 

En la figura 3 se muestra la altura y posición del sol en Costa Rica según solsticios y equinoccios. En los solsticios de diciembre la sombra se proyectara sobre la esfera de sur a norte (el sol sale 23,5º al Sur del Norte), y viceversa en el solsticio de junio (donde el sol sale 23,5º hacia el Norte del Este) (flechas en la figura 3), pero para los equinoccios la sombra será exactamente igual alrededor de la esfera en el mediodía solar (fig.3 y 4). 

Figura 4: Esta imagen muestra la posición de la Tierra respecto al sol en distintos momentos del año. En el dibujo A nos encontramos en el “solsticio de verano”. En  B nos encontramos en el “solsticio de invierno" En  C, tenemos la posición de la Tierra en los dos equinoccios. Las flechas representan los rayos solares.  



Hay que tener presente que la sombra sobre el cuerpo de la esfera varía según se observe la misma, ya sea de Este-Oeste, Sur-Norte, Oeste-Este. En las figuras 5 y 6 se puede ver la forma en que la sombra en la esfera varía según el punto de observación, que en las imágenes será Norte-Sur (fig.5) y de Este a Oeste (fig.6).

Durante el equinoccio los rayos del sol caen perpendicularmente sobre la tierra en la zona ecuatorial, por lo que los objetos no proyectan sombra cuando el sol está en su posición más alta (fig.4-C). Antes y después del mediodía solar la sombra de los objetos marca la dirección Este-Oeste de manera exacta (fig.4). 

Es muy posible que las esculturas públicas en forma de espiga, también sirvieran de complemento visual en el momento de medir los solsticios y equinoccios, pudiendo haber marcado la desaparición de las sombras por un lado, y las proyecciones más largas y más cortas con sus direcciones Este-Oeste relativas y exactas, según se tratase de solsticios o equinoccios (fig.7).

Figura 5: En esta imagen se puede apreciar la proyección de la sombra el día del equinoccio, de Norte a Sur. La primera foto fue tomada a las 9. 15 am, y la última a las 11, 45 am, cuando el sol alcanzó su máxima altura. Obsérvese la foto última que el sol se encuentra exactamente sobre la esfera, y la sombra se reduce a la producida por el ancho mayor de la esfera (o sea, la sombra queda exactamente bajo el objeto).



Figura 6: serie de fotos que muestran la proyección de la sombra en la esfera el día del equinoccio, vista la esfera de este a oeste. El clímax equinoccial se marca en la última foto, cuando la esfera se divide en dos partes exactamente iguales, una iluminada por el sol y la otra oscurecida por la sombra. En el momento culminante (11.45 am) la sombra en la esfera es igual en toda su circunferencia (de norte a sur y de este a oeste). Las fotografías de la fig. 5 y 6 corresponden al mismo evento).


Otro aspecto que capta la esfera es el punto de salida del sol. Esto ocurre en distintos puntos a lo largo del año. Este fenómeno se debe a la inclinación del eje de rotación de la Tierra, cuyo valor actual es 23,5°, respecto a la recta normal al plano de la órbita terrestre (la eclíptica), siendo lo que causa las estaciones; primavera, verano, otoño e invierno, y en la zona ecuatorial, la época lluviosa y seca. Debido a esta inclinación, un observador ve salir el Sol en diferentes puntos cada día. Si se quisiera señalar la salida del sol en determinados días, bastaría con colocar alguna escultura en esa posición. Como se ve, la interacción de las esculturas de espiga y las esferas pudieron funcionar de modo complementario en un calendario solar (fig.7).

Figura 7: Modo hipotético en que las esculturas de base de espiga y las esferas pudieron interactuar en un calendario solar. En esta figura se marca la salida del sol en los solsticios y equinoccios.


5- Las alineaciones de esferas

Los investigadores iniciales del Valle del Diquís (D. Stone y S. K. Lothrop) reportaron que muchas esferas se encontraban formando grandes alineaciones, en conjunto con otras estructuras tales como montículos grandes y pequeños. 

Algunas alineaciones fueron observadas sobre montículos, mientras que otras estaban en áreas aparentemente sin construcciones abajo, pero con construcciones o montículos aledaños. 

Para comprender estas formaciones debemos tener en cuenta varios factores, entre estos los ideológicos, culturales y funcionales.

1-Las esferas se colocaban de manera que sirvieran al propósito de un grupo sacerdotal, el que usaba las formaciones y su efecto calendárico ante un gran público, reunido para ser testigo del evento supuestamente controlado por los sacerdotes. Posiblemente hubo estatuas “espiga” involucradas en estas alineaciones, dando una visión más impactante al espectáculo (fig.8). 

2-Aprovechando el momento de los equinoccios y solsticios mostrados por las esculturas públicas, se realizaban danzas y festejos varios, los cuales involucraban a algunas formaciones de esferas (caso C, fig.8).

3-Ubicaciones especiales donde se realizaba a diario observaciones solares con el fin de establecer los eventos anuales (caso A, fig.8).

4-Un uso mixto de las esferas y los montículos en que residían los sacerdotes o funcionaban de templo. En este caso las esferas y posiblemente las estatuas de "espiga" se ubicaban al frente de la estructura, sobre una explanada en la que se podían realizar mediciones solares y asambleas o festejos públicos (caso B, fig.8).

Figura 8: Tres tipos de alineación de esferas en el Diquís, según Lothrop. A, sobre un montículo; B, en la base de un montículo; C, en un área plana. El Norte solo vale para C. Lothrop, 1963.


Las formaciones de esferas estuvieron cumpliendo dos funciones sociales: las de monumentos públicos impactantes y, como parte de la parafernalia del culto basado en principios solares. 

La función original de marcadores solares estaba dada de por sí, pero es muy probable que las mediciones se realizaran en determinados lugares escogidos, que no involucraban al público.

6-¿Qué había en el Valle del Diquís?

El Valle del Diquís sirvió de asiento a un grupo sacerdotal que usó el calendario solar para planificar todas las actividades de la sociedad. Esto necesariamente provocó un asentamiento concentrado de la población, posiblemente por rangos sociales, en torno a los observatorios solares, lo cual motivo a otros sectores sociales a establecerse periféricamente con respecto a los centros principales, creando un área relativamente muy poblada, con un gobierno centralista quizá de orden religioso.

Conclusiones

La esfera o bola de piedra fue escogida como un medio para hacer observaciones solares, y quizá con el tiempo derivó en una escultura pública y en un símbolo etnocéntrico.

La esfera de tiene muchas ventajas para el tipo de labor en que posiblemente se empleó, ya que factores naturales no poseían incidir en su posición y funcionamiento, cosa que sí ocurriría con objetos verticales, tales como pilares, columnas o estatuaria. Por más fuerte que fuese un terremoto o una inundación, la esfera siempre quedaría en posición de uso, ya que se mueva por donde sea, siempre guarda la misma forma, y la proyección de sombras y demás efectos no se alterarían, de ahí que entre más grande y pesada la bola, mejor.

Los costos de manufactura y traslado de cada esfera revelan la organización política y económica de la sociedad del Valle del Diquís. Tal trabajo inmenso no hubiera sido posible sin el concurso comunal, y este no se daría en ese grado con una población dispersa. Elementos ideológicos y materiales incidieron en que los pobladores aceptaran tal trabajo extra y ,esto solo fue posible por la retribución otorgada por los sacerdotes (entiéndase organización del trabajo en ciclos determinados y eficientes, que producían excedentes artefactuales y alimenticios).

El asentamiento físico de esta sociedad tenía condiciones insuperables. Agua abundante, una llanura inmensa y sumamente fértil (efecto Nilo), lagunas y esteros, tierras altas en la circunferencia del valle, y una posición estratégica a nivel regional para el comercio, ya fuera por tierra o por agua. Pero algo sucedió poco antes de que los europeos llegasen a esas tierras, pues para ese momento todo había sido abandonado, sin dejar siquiera memoria en los pueblos locales sobrevivientes.

No sería nada extraño que procesos de conquista inversos llegasen a destruir la sociedad original del Valle del Diquís. En las esculturas, la cerámica y los metales, vemos un insistente tema que refleja guerra. Cabezas cortadas y guerreros con cara de jaguar son temas recurrentes, que hacen referencia a una situación de guerra constante, quizá en principio expansiva y luego, defensiva.

Sea cual fuera la situación histórica del Valle del Diquís, el pueblo que ahí habitó nos dejó el único gran observatorio solar en Costa Rica, del cual solo quedan esferas dispersas y unas pocas ruinas sepultadas.




Bibliografía

Lothrop, S. K. (1963). Archeology of de Diquís delta, Costa Rica. Boston, Massachutetts: Crimson printing company.